domingo, 2 de agosto de 2020

01. EL POBRE DESVALIDO.


HECHO ya todo lo que puede hacerse para ayudar al pobre a satisfacer sus necesidades, quedan aún las viudas y los huérfanos, los ancianos, los desvalidos y los enfermos, quienes requieren también simpatía y cuidados. No hay que desatenderlos jamás. Dios los encomienda a la misericordia, al amor y al tierno cuidado de todos los que él ha establecido por sus mayordomos. MC/EGW.151.

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